LA PLATA
La plata es un material bastante maleable, es decir, blando.
Por esta razón, para realizar objetos de joyería, se realizan aleaciones con otros materiales.
Solo de esta forma es posible conseguir piezas resistentes y adecuadas para el uso.
Es por tanto, casi imposible que nos encontremos con una pieza 100% de plata o como corresponde a su unidad de medida, 1000 milésimas.
Lo más común es que encontremos objetos de plata 950, 925, 900 y 800.
Es de esta forma como llegamos a la famosa Plata 925.
Una pieza compuesta por 925 milésimas de plata o un porcentaje de 92,5% de plata pura y 7,5% de cobre expresado en tanto por ciento, será un objeto de Plata de ley 925. Los objetos de Plata 925 están considerados como plata de primera ley.
Su calidad y características se encuentran entre las mejores que podemos encontrar.
La Pátina
La pátina es una película de color que se aloja en la superficie de la plata durante un período de tiempo.
Debido a la exposición al proceso natural de oxidación, con el tiempo metales tales como la plata, cobre y bronce tienden a desarrollar esa oxidación al contacto con el aire. Se trata de una reacción química con el sulfuro de hidrógeno del aire.
Por eso, puede ser que una joya que se guardó en perfectas condiciones, aparezca ennegrecida.
Además, la plata puede adquirir ese denostado color negro al entrar en contacto con otros productos, como perfumes, cremas o maquillajes.
¿Cómo evitar que la plata se oscurezca?
Un buen mantenimiento de las piezas de plata puede evitar el ennegrecimiento. De hecho, unos sencillos gestos pueden ser suficientes.
•Ponte las joyas justo antes de salir de casa.
Los componentes de algunos perfumes, cremas o maquillajes pueden contribuir a que la plata se ponga negra. Si te pones el anillo o el colgante en último momento, evitarás que la plata entre en contacto directo con dichas sustancias.
•Limpia cada pieza cuando la guardes y mejor si es en un joyero en el que no tenga contacto con otras joyas.
No es necesario una limpieza profunda. Simplemente pasa un paño sobre la pieza.
No obstante, lo mejor es lavarla con agua tibia o con agua y jabón sin fosfatos y frotarla suavemente con los dedos.
El cloro es también uno de los agentes que pueden contribuir a que la plata se vuelva negra.
¿Cómo limpiar la plata ennegrecida?
La citada reacción química genera una fina película alrededor de la plata, por lo que no resulta difícil deshacerse de ella.
Existen varios remedios caseros para limpiar la plata. El más sencillo consiste en utilizar bicarbonato de sodio o también puede emplearse vinagre.
¿Un truco? Envolver un recipiente en papel de aluminio, llenarlo de agua con bicarbonato y dejar la pieza de plata dentro, en contacto con el papel todo lo que sea posible. Si la plata no adquiere su aspecto inicial, utiliza con suavidad un cepillo viejo de dientes.
Si la plata está ya muy oscura, lo mejor es que acudas a un joyero para que pula la capa superior, aunque en el mercado existen productos específicos que puedes utilizar para limpiarla.
Sin embargo, has de tener mucho cuidado al aplicarlos, sobre todo si el objeto que quieres limpiar tiene piedras preciosas incrustadas; podrían caerse de su engarce o estropearse.
En nuestro caso como todas las piezas llevan una piedra, siempre os añadimos una gamuza limpia metales con vuestro pedido para poder limpiar la plata sin estropear los cristales de leche materna.